Contratenor | Franco Fagioli |
Dirección orquestal y pianoforte | Jan Tomas Adamus |
Capella Cracoviensis | |
Programa | |
Franz Schubert | Sinfonía nº 5. Primer movimiento. I. Allegro |
Wolfgang Amadeus Mozart | Se l'Augellin sen fugge (La Finta Giardiniera) |
Franz Schubert | Sinfonía nº 5. Segundo movimiento. II. Andante con moto |
Wolfgang Amadeus Mozart | Ah! se a morir mi chiama (Lucio Silla) |
Franz Schubert | Sinfonía nº 5. Tercer y cuarto movimientos. III. Menuet. Allegro molto y IV. Allegro vivace |
Wolfgang Amadeus Mozart | Parto, parto, ma tu ben mio (La Clemenza di Tito) |
Wolfgang Amadeus Mozart | Deh, per questo istante (La Clemenza di Tito) |
Quinteto para clarinete (I. Allegro, II. Larghetto, III. Menuetto - Trio I - Trio II, IV. Allegretto con variazioni) KV 581 | |
Exsultate, jubilate KV 165 |
Nathalie Moller escribió para Radio France, en enero de 2018, un artículo musculado sobre el universo de los castratos. La especialista comenta el particular caso de estos cantantes, de los que ya no queda ninguno en estos tiempos (y se alegra de este hecho evidentemente), recordando que, en cambio fueron muy adulados y celebrados por el público europeo durante más de dos siglos, alabados y glosados por grandes compositores como Monteverdi, Haendel, Mozart o Rossini. Se trata de una “tercera voz la de los castratos”. Moller los presenta como un “ovni musical” digno de estudio.
Ambigüedad sexual y mezcla de géneros. La voz de un castrato no se parece a la de una mujer. Es muy singular, porque el artista ha conservado su timbre claro y luminoso de niño, pero puede proyectar y amplificar su voz con la cualidad y los colores de un adulto.
Por otra parte, las excentricidades de estas divas van a terminar cansando a los compositores. El joven Mozart, por ejemplo, en un primer momento se interesa por este tipo de voces, tanto como para poner a tres en su ópera Mitridate, re di Ponto, pero sus caprichos y cambios de humor lo van desanimando poco a poco. Mozart volverá a otorgar a las voces femeninas su carta de nobleza, prefiriéndolas en lugar de los roles travestidos del tercer sexo. No hace falta recordar, como escribe la articulista francesa, que “los contratenores de hoy no tienen por supuesto nada que ver con los de antes. Trabajan con su voz de cabeza y también son capaces de cantar con voz grave y natural) de tenor o de barítono”.
Ha pasado tiempo desde la primera visita de Franco Fagioli al coliseo madrileño. Fue en 2017. Le han cambiado desde entonces, su voz, su temperamento, aunque los dos conservan buena parte de ese punto de partida fulgurante que se vivió en el Real entonces, como una fiesta.
En efecto, el contratenor argentino recupera en esta ocasión la música de los roles de castrato en siete de las óperas de Mozart para producir Anime Immortali (ya editado), en esta ocasión acompañado por la Capella Cracoviensis bajo la dirección de Jan Tomas Adamus.
Según la información disponible en su propia página, “El contratenor Franco Fagioli hace su debut en pentatono con Anime Immortali, junto con la Kammerorchester Basel, explorando la música que Mozart compuso para castratos. Desde la ópera hasta la música sacra y culminando en Exsultate, júbilo , las obras grabadas comparten un carácter sublime y profundo, demostrando la fuerte conexión de Mozart con la voz castrato. Con este álbum, Fagioli finalmente regresa al compositor que encendió su deseo de convertirse en músico durante su juventud”.
La Capella Cracoviensis no estuvo a la altura de Il Pomo d´oro que años antes acompañó al cantante, con otro repertorio, excepción hecha del clarinetista, de una técnica e interpretación de primer orden, como se vio por la inclusión en la velada del Quinteto Stadler para clarinete y cuerdas en La mayor KV 581. Además, se incorporaron alternativamente, dando respiro al contratenor, la Sinfonía n.5 de Schubert, sin que resulte necesario comentar in extenso una interpretación suficiente pero sin rasgos notables.
El recital vocal comenzó con La finta giardiniera, en el rol de Ramiro, “Se l'Augellin sen fugge” para continuar con mucha solvencia en “Ah se a morir mi chiama” (Cecilio) del Lucio Silla, una demostración de saber hacer y por supuesto de saber cantar y comunicar. La clemenza di Tito con “Parto, parto, ma tu, ben mio”, luego en “Deh, per questo instante” (los dos para el papel de Sesto), en un bello cierre el Exultate Jubilate.
Por supuesto que hubo propinas y ovaciones y aplausos para el cantante. Fagioli, vestido con chaqueta de fantasía, camisa blanca sin corbata, desplegó potencia, energía, amplísimos registros, pianissimi, ascensos vertiginosos y agilidades, fascinante coloratura, aunque mejorable su dicción italiana, fascinó igualmente.
El programa de mano exiguo, la sala no mostraba un aforo completo como en otros tiempos y algunos espectadores, no completamente convencidos de la propuesta, no regresaron después de la pausa. A sus incondicionales, Fagioli sigue seduciéndolos como suele. Antes de la finalización, dos “encore”, una perteneciente a una cantata de Mozart y “Voi che sapete” de las Bodas, universal e icónico. Fatto!
La recensione se riferiere a la fonction de 7 de noviembre, 2023.
Alicia Perris